Absolute Batman no tan absoluto pero sí competente
La sombra de Dark Knight es alargaaaaaaada, ya lo sabemos todos todas todes y todis. Pero uno de los méritos que tiene este Batman es que encuentra un resquicio, sutil y pequeño, para añadir elementos al mundo -al lore, como se dice ahora- caballeroscurista y convencer al respetable. Que puede parecer al principio, cuando uno empieza a leer, que no va a ser así; y en tu cabeza se oye la voz que dice nah otro intento fallido más. Pero la cosa interesante es que esa sensación dura pocas páginas: enseguida el tebeo comienza a desarrollar su vida propia, y oye, por ahí se cuela, y el caso es que al final le sale bien la jugada a Scott Snyder. Es como un gato o un tejón ante un agujero pequeño, pequeño, que dices pero cómo narices se va a meter por ahí; pues oye, la naturaleza es la naturaleza y se mete se mete, y ale hop, sale al otro lado exitosamente. Pues algo así pasa con esta batversión Snyderiana-absoluta, que pasa suave y con mérito (no es de extrañar que esté funcionando bien en las tiendas), y pienso que desde luego con cierto motivo, porque mérito lo tiene; es difícil dar vida nueva a elementos que llevan trillándose casi ochenta años, y por lo que sea Scott Snyder y Nick Dragotta dan en la tecla, y por ello pienso que las expectativas de un lector medio normal creo que no se verán defraudadas.
Como se trata -siempre se trata de eso- de dar más de lo mismo pero que parezca que es completamente distinto, el bat lector experimentado verá que están los elementos básicos de la fundación del mito -la inspiración en los murciélagos, la ciudad oscura poblada por personajes que a la manera de los de Shakespeare hacen lo que pueden o se creen que hacen lo que pueden pero en realidad son marionetas trágicas del destino, los enemigos locos -pero locos de atar, es que hay que ver lo zumbadísima que está la peña en estos tebeos- y, claro está, el héroe silencioso, vengativo y grim-and-gritty no-me-chulees-que-me-conozco. Y como actitud específica del Batman que ahora gusta, aquí tenemos también el aspecto ultraplanificador del que tiene un plan Z por si falla el Y por si falla el W, etc, y así remontándose hasta el plan A.
Respecto al bat-elenco acompañante, es naturalmente el que debe ser, y del que por supuesto nadie, ya sea guionista élfico, humano o ent va a prescindir (y bien que hace); me ha parecido interesante el remozado que se les hace y el re-encaje en la relación con el héroe principal. En alguno de ellos es más o menos lo esperable, alguno también hay que sorprende y resulta fresco, y en general todos los secundarios pasan igual de bien por la gateraangosta de la novedad y el recelo, y cruzan al otro lado del tebeo con deleitoso resultado.
Seis números ha durado este primer arco. El núcleo de la acción se desarrolla en los cinco primeros, y el sexto y último es un cierre breve, aunque no apresurado; también este episodio sexto tiene menos páginas, porque solo necesita unas pocas páginas para cerrar la historia, y dedica el resto a mostrar, como complemento de adelanto, la serie de el «Detective Marciano Absolute»; ya es sabido que las series van presentándose a un cierto ritmo, en cadena para no agobiar a los lectores y a sus bolsillos.
Pues eso, debut esperanzador y notable del Universo DC Absolute con un Batman que puntúa en el molómetro algo más alto de lo que podría esperarse gracias a una buena combinación -relativamente novedosa y bien traída- de bat-elementos clásicos y algunos nuevos. Que en los tiempos que corren, no es poco mérito.
¿Entonces qué hago, me lo compro o qué? Así en general, yo creo que sí puede valer. Si no eres bat-fan, es una lectura entretenida. Y si lo eres, pues qué menos que comprarlo, porque supone un punto interesante de comparación, y además no está mal hecho.
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