Reseña de La deuda, de Martín Romero
Segunda obra larga publicada por Martín Romero después de Las fabulosas crónicas del ratón taciturno. Si en aquella el elemento principal era la niñez, con ese toque tan personal que el autor supo imprimirle donde predominaba, sobre todo, una nostalgia o tristeza que impregnaba todo el tebeo, en este caso damos el salto a la edad adulta aunque no abandonamos el drama.
El personaje central en este caso es Norman Castaño, nombre artístico de Benjamín Castaño, antiguo cómico al que su agente estafó y ahora se encuentra en la ruina. Malvive en ese estado hasta que una persona con la que tiene una gran deuda decide cobrársela. Después de asestarle una paliza y amenazarle conque tiene 48 horas para pagar, se encuentra constantemente acompañado por uno de esos cobradores del FRAC, novato en sus labores. Por si esto fuera poco, la madre de Benjamín muere y este debe volver al pueblo donde antiguas heridas se abrirán, ¿Cómo afectará todo esto en la personalidad pasiva y mansa de Benjamín?
Bajo esta premisa, sencilla a priori, Romero utiliza todos sus recursos para guiarnos por un viaje personal de autosuperación, de enfrentarse a las adversidades de la mejor manera que se puede.
Dibujo limpio, atención a los detalles y, sobre todo, el uso de las pausas y de los silencios como gran recurso para acercarnos más a los personajes hacen de este tebeo una lectura muy recomendable, sobre todo en la intimidad del hogar, donde podamos reflexionar después de su lectura.
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