Es inevitable sentir sentimientos encontrados ante la publicación en España de “¡Sálvese quien pueda! Cómics y dibujos”, el último cómic realizado al alimón por la familia número uno de los tebeos, es decir, los Crumb (Robert, Aline y Sophie).
La alegría viene del hecho de que podamos disfrutar de esta obra, que fue publicada a modo de catálogo (ellos lo llamaban fanzine) por la galería David Zwirner con motivo de la exposición que organizó con obras de la familia. La parte triste es porque, obviamente, va a ser la última obra que disfrutemos de este trío, ya que Aline murió poco después de que esta obra se publicara originalmente.
Y es que da un poco de aprensión que la propia Aline, ya desde la portada, mencione el tema del cáncer y cómo lo ha superado recientemente. Es un tema recurrente durante todo el cómic, que, por otra parte, está realizado durante el confinamiento. Lo dicho, doloroso si sabías lo que iba a suceder después.
Centrándonos en el tomo, hay que decir que es una maravilla. Para todos aquellos que hayáis leído “¡Háblame de amor!” es una perfecta continuación muchísimos años después de su última aventura. El matrimonio se dibuja mientras discuten ahora sobre temas más relacionados con la vejez, obviamente, pero sin dejar de lado, cada uno, sus neuras. En este caso, el tema central de la primera historieta es el Covid y las teorías conspiranoicas del Tío Bob.
La segunda historia no dejará a nadie indiferente, y se titula “4 shades of abortion”, esta vez protagonizada (y dibujada) por Aline y Sophie. Una charla madre e hija sobre los numerosos abortos que han tenido, contados de la manera más natural. Impresiona. Sigue una pequeña historieta sobre la relación entre el corte de pelo de Donald Trump y su “maldad”.
Después podemos encontrar una página con dibujos de Sophie sobre luchadores de MMA del Cáucaso (su última obsesión y sobre los que publicó un fanzine) y una historieta a color de los Crumb que, por fin y a su edad, se hacen ricos por los ingresos de las ventas de sus obras. Pero eso sí, ¿serán capaces de mantener su integridad cuando la única manera de no perder dinero es invirtiendo en todas aquellas empresas a las que odias?
Finaliza la obra con una historia más larga, ya publicada en el citado “¡Háblame de amor!”, que narra cómo fue la llegada de los Crumb a su nuevo hogar en Francia y algunas apreciaciones sobre los franceses.
En fin, una maravilla de cómic que nos vuelve a hacer sentir la magia de ver cómo estos tres dibujantes son capaces de crear historias que tengan sentido. Y, sobre todo, la capacidad de hacernos partícipes de los aspectos más íntimos de su vida. Parece que estemos en la misma habitación que ellos.
Disfrutad mientras todavía lloramos a Aline.
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