Reseña de Ojos grises, de Llor, Batlle, Vidal
La vida de unos chavales de Poblenou se ve alterada cuando uno de ellos es testigo de un hecho brutal.
Lucho es un adolescente en la Barcelona Pre Olimpiadas 1992. Durante el verano, baja al parque con sus amigos a beberse unas birras y a charlar. También le gusta Marina con la que ha quedado para salir una noche en el parque. Pero esa noche las cocas cambian para todos cuando él y uno de sus amigos ven el asesinato de un joven punk de su barrio. A partir de ahí, deberán decidir que hacer: ¿seguir con sus vidas, decir la verdad, buscar otra alternativa? La decisión no será fácil y les puede acarrar muchos problemas.
El guión de Llor es sencillo, y hasta ingenuo, se trata de una historia cien veces vista, pero el valor reside en que lo que cuenta lo cuenta muy bien, se lee con facilidad, y uno de sus grandes valores es la ambientación, esos pequeños detalles que describen como era la vida en la época.
Por su parte, Vidal hace un buen trabajo, con un dibujo limpio, siempre al servicio del guión pero aportando ese toque personal en la caracterización de los personajes. Y todo esto apoyado por un buen uso del color de Batlle.
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