Hacía mucho que no veíamos una obra de Johnny Ryan publicada en España y podría ser por varias razones: o porque no había nada nuevo o porque nadie se atreviera ya a publicar las salvajadas que escribe y dibuja este hombre o porque sus anteriores álbumes tal vez no vendieron lo suficiente como para volver a embarcarse en las locuras de Ryan.
Sea como fuere, ha sido Autsaider quien ha tomado el relevo de Fulgencio Pimentel con sus «Pudridero» (anteriormente La Cúpula publicó «Juventud cabreada» y en Blur Edicones publicaron un libro infantil, ¡ni más ni menos!)y han publicado este comic que ya provoca desde su título «Fóllate a mi hijo. Una historia de terror»
Y lo cierto es que es una historia de terror, de terror porque, aunque ha salido de la cabeza de Ryan, es una salvajada que podría suceder en la realidad. Es más, es muy probable que muchas cosas que suceden superen incluso las ideas más locas del autor. Solo tenemos que poner el telediario cualquier día para entender la locura y maldad que puede alcanzar el ser humano. En el caso de Ryan consigue dotar a estas locuras de los esquemas de terror retorcido de las novelas negras nórdicas en las que los giros de guion y el nivel de hijoputismo creciente, son las señas de identidad del género.
Obviamente, Ryan lo lleva todo al extremo y, uno de los aspectos más impactante es que «el malo» no es un malo, sino una mala, una abuelita en apariencia frágil, que se convierte en un monstruo por hacer feliz a su hijo.
Porque de eso va la historia, y sin hacer spoiler ya que esto se explica en las primeras páginas. Una anciana, cuyo hijo es, digámoslo así, difícil de ver, rapta a una mujer para que mantenga relaciones sexuales con su hijo. El objetivo de la madre: que su niño no muera virgen. Y hará todo lo posible para que esto se haga realidad.
No contamos más de la historia y hablaremos del estilo de Johnny Ryan, que aquí utiliza un estilo deliberadamente naif y simple, creando un contraste aterrador y que, de algún modo dota de una extraña comicidad al tebeo. Mantiene siempre la estructura de 9X9 viñetas y un formato más grande de lo habitual. Impreso en tinta morada sigue sumando originalidad y contrastes.
Desconocemos cómo es el formato original publicado por Mansion Press, pero aquí, Autsaider lo ha publicado en tamaño algo mayor que el clásico «Álbum» (24 x 31 cm) y grapado con lomo, en lugar de las clásicas grapas en el eje del plegado.
Lo dicho, «Fóllate a mi hijo» es una historia brutal, cruel y descarnada, que de puro salvaje, al igual que algunas cintas gore, escenas de Tarantino o películas de Troma, genera una situación de tal nivel de sorpresa y/o incomodidad que derivan en reacciones hilarantes. Exóticas contradicciones sinápticas.
Una patada en el estomago de las que suele dar Ryan, una historia con un trasfondo, semi oculto tras sus maneras salvajes y, seguro que para algunos, una de sus obras más potentes —si no la más— que rezuma ese humor negro tan suyo.
Nosotros, desde luego, lo recomendamos siempre que seas capaz de soportar algunas de las escenas más desagradables que te vas a encontrar en un comic.
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