Dolmen Editorial nos trae una pequeña joyita desde las páginas de la mítica revista de cómics inglesa 2000 A.D. Se trata de “Juez Anderson. Shamballa”, una obra que no solo destaca por su narrativa sino también por su impactante apartado visual. La historia nos sumerge en las profundidades de la psique humana a través de los ojos de la Juez Cassandra Anderson, una telépata precognitiva de la División Psi del Departamento de Justicia. Su viaje es tanto físico como espiritual, llevándola desde las calles de Mega-City Uno hasta los místicos paisajes del Tíbet.
Un equipo perfecto para una gran historia
El guion, a cargo del veterano Alan Grant, es una mezcla magistral de techno-thriller y fantasía mística. Grant, conocido por su trabajo en “Batman” y “Lobo”, entre otros, explora temas de fatalismo y emociones humanas con una habilidad que solo puede venir de años de experiencia en el medio.
El estilo de dibujo de Arthur Ranson es un gran descubrimiento y se convierte en el alma de “Juez Anderson. Shamballa”. Ranson, cuyo trabajo previo incluye obras como “Button Man”, «Mazeworld » o algunas incursiones en Batman , maneja la narrativa visual con una destreza que brilla tanto en las escenas de acción trepidante como en los momentos más introspectivos. Sus ilustraciones, especialmente en formatos más grandes, son un deleite visual, y su uso del color es, sencillamente, magnífico.
El cómic no sería lo que es sin el talento de Ranson. Su capacidad para capturar la esencia de cada escena es notable. Las sombras y luces juegan un papel crucial en la atmósfera del cómic, creando un tono que es a la vez sombrío y esperanzador. La atención al detalle en cada panel es evidente, y el diseño de personajes es tan único como memorable.
La narrativa gráfica de Ranson complementa perfectamente el guion de Grant. Juntos, crean un mundo que es rico en detalles y emociones. La historia de Anderson es una que invita a la reflexión, y el arte hace que esa invitación sea aún más irresistible.
Se trata, en definitiva, de una obra ambientada en el mundo del Juez Dredd pero que ofrece aspectos completamente distintos a los que se suelen ver en su serie, como la religión, o el misticismo. Sin obviar que la juez Anderson es una jueza que sufre debido a su empatía exacerbada.
Una de las grandes sagas de 2000 AD
El legado de “Juez Anderson. Shamballa” se construye sobre los hombros de gigantes. Dolmen Editorial ha hecho un trabajo encomiable al traer esta obra al público español, manteniendo la esencia de la serie original de 2000 AD. La edición en cartoné es preciosa, con una calidad de impresión que hace justicia al arte contenido en sus páginas. además, se complementa con interesantes textos sobre las propias historias, que le dan contexto, y sobre los autores.
En resumen, “Juez Anderson. Shamballa” es una obra que no solo entretiene sino que también desafía al lector a mirar más allá de la superficie. Es un cómic que se queda contigo mucho después de haber cerrado sus páginas.
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